Manuel Díez, escritor valenciano, recibe el encargo del rey don
Alfonso V de elaborar un tratado que enseñase todo lo concerniente
a la posesión de buenos caballos y mulas, dado que el caballo, durante
la Edad Media, fue el animal que recibió los mayores cuidados para
su crianza, por ser una de las fuentes principales de fuerza no humana útil
para el arado, transporte, caza y como máquina de guerra.
La obra se divide en dos libros. El primero (Llibre de la menescalia)
versa sobre la anatomía externa del caballo, cualidades que deben
concurrir para la elección del padre, pelaje, modo de criar el potro,
etc. El segundo (Tractac de la menescalia de les mules) sobre la mula,
cualidades relativas a su exterior y modo de administrarle la comida.
El códice aparece ornado con iniciales con adornos de rasgueo en
rojo, morado o azul, así como una serie de ilustraciones sobre el
caballo a página entera: el caballo y su relación con los
signos del zodíaco, modo en que se ha de atar el caballo para echarlo
a tierra, cómo se le ha de dar un brebaje, modo en que ha de estar
entablillado el caballo, modo de aplicar un enema.
El ejemplar, escrito en catalán en escritura gótico-humanística,
aparece anotado por Hernando Colón con el número 10321, que
corresponde al Registrum B 3292, donde puede leerse Diómelo
Almeida paje de don Hernando de Toledo, hermano del Duque, en Valladolid
por Enero de 1510.
Con toda probabilidad el autor conocía otros
textos sobre la materia, como Cirujia de cavalli de Gallien Corretger, Tractat de la
menescalia de Giordano Ruffo y El libro de los caballos de
Teodorico Borgognoni. De igual forma su texto ha servido como inspiración a otros autores
en la elaboración de sus obras, tales como Salvador Viña
(Dels nodriments dals cavalls i de les mules, etc.), Juan Álvarez
de Salamicillas (Libro de menescalia y de albeitería y física
de las bestias), Rinni (Anatomia del cavalo infirmitate e suoriremedii), etc.
La obra de Manuel Díez de Calataiud tuvo una importancia relevante
como lo demuestran las distintas copias manuscritas en catalán,
así como las copias traducidas al español realizadas por
Martín Martínez de Ampiés. De igual forma a lo largo
de los siglos XV y XVI salen de las prensas españolas distintas
ediciones en catalán (Barcelona 1515 y 1523) y español (Zaragoza
1495, 1499 y 1545; Toledo 1507, 1511 y 1515) etc. |