Hernando Colón y el Humanismo
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En este ambiente humanista, Hernando Colón se destaca como un grande de este movimiento cultivando los autores latinos en una doble o triple vertiente, pues aparte de reunir en su librería centenares de libros clásicos manuscritos e impresos, catalogó y extractó muchos de ellos y lo hizo siempre en lenguaje latino muy correcto. D. Hernando tuvo una estrecha amistad con notables pensadores y escritores de su época, muchos de los cuales visitaron su casa-palacio de la Puerta de Goles en Sevilla. Allí trabajaron en su biblioteca, dejando en sus obras testimonios muy elocuentes de la cantidad y calidad de los fondos recogidos por su huésped. Desde Juan Vaseo (estuvo al frente de la biblioteca) hasta Nicolás Clenardo quien al visitar la casa, califica a la biblioteca de completísima, Gonzalo Fernández de Oviedo, Florián de Ocampo, Juan de Mal Lara, Francisco López de Gomara, García Matamoros o Gonzalo Argote de Molina. Durante las últimas décadas del siglo XV se habían desarrollado en los reinos hispánicos fecundos y poderosos movimientos humanísticos y religiosos, siendo una de sus figuras más representativas Antonio de Nebrija (Gramática). Fué en este nuevo ambiente cuando, el 7 de octubre de 1520, Erasmo recibió en Lovaina la visita de Hernando Colón, a quien obsequió con un ejemplar de su reciente Antibarbarorum liber.. El hijo del descubridor había encontrado en Erasmo su ídolo personal. Los hombres que estuvieron más cerca de Hernando Colón a nivel intelectual, no dejan de transmitirnos la idea de que la grandeza de la Biblioteca Fernandina residía sin duda en dos extremos: el elevado número de obras y los instrumentos de consulta a disposición de los usuarios para la rápida y segura consulta. El humanismo de don Hernando queda patente en el catálogo de la biblioteca. De modo general, nos da la idea de una colección medieval, con mucha influencia teológica y eclesiástica, ( relacionado con el cardenal Cisneros (Biblia Políglota)] incluso con numerosísimos libros de piedad y opúsculos devotos, en la que no faltan los autores y filósofos de la antigüedad greco-romana, los esoteristas y teósofos, a la par que las obras de cultura general, y los tratados de matemáticas, medicina, cosmografía y geografía disponibles en ese entonces, ya que hay que tener muy en cuenta para cualquier valoración, que las obras impresas eran muy escasas en aquella época, y en muchos casos las ediciones de los primeros incunables apenas superaban en número a la de ciertos manuscritos. |
Institución Colombina
C/ Alemanes s/n
41004 Sevilla