Las
obras del célebre historiador sevillano Alonso Sánchez Gordillo
(1561-1644), más conocido como Abad Gordillo, han sido objeto de estudio
por los historiadores de Sevilla, a pesar de permanecer la mayoría de
ellas inéditas, habiéndose publicado en vida del autor únicamente el
Discurso sobre el renombre que se dio al venerable Contreras (1631) y
su Defensa de los privilegios de los beneficiados y abad mayor de la
ciudad de Sevilla (1632).
Fue abad mayor de la Universidad de Beneficiados de la
Ciudad, y sus obras son hoy conocidas en parte gracias a la labor del
canónigo don Ambrosio de la Cuesta y Saavedra, quien las conoció por su
amistad con el doctor Molina, por entonces también abad mayor de dicha
universidad, en cuyo archivo habían quedado los escritos del abad
Gordillo. El canónigo Cuesta se interesó por ellos a partir de 1693 y a
comienzos del siglo XVIII mandó copiar varios de sus manuscritos, y
gracias a estas y otras copias derivadas de los originales autógrafos se
conocen sus escritos.
La mayoría de sus obras se conservan en la Biblioteca
Capitular y Colombina, donde ingresó la librería de don Ambrosio de la
Cuesta tras su muerte en 1707, y en menor medida en la Biblioteca de la
Universidad de Sevilla y en la Real Academia de la Historia. En 1987 se
descubrió en el Archivo Municipal de Sevilla una copia de 1795 de la
Relación de la causa del Padre D. Pedro Pabón, religioso cartujo de
Sevilla, publicada con un estudio preliminar por Marcos Fernández
Gómez e Inmaculada Franco Idígoras.
Todas sus obras están dedicadas a Sevilla y a sus
dignidades eclesiásticas, a los diferentes aspectos de la vida religiosa
de la ciudad, y fueron conocidas, utilizadas y citadas desde siempre por
autores de la talla de Ortiz de Zúñiga, Nicolás Antonio, Espinosa o
Santiago Montoto. Entre las copias custodiadas en la Capitular destacan
títulos como: Memorial de la historia eclesiástica de la ciudad de
Sevilla, Historia de los arzobispos de Sevilla, Historia del convento de
la Orden de San Benito Extramuros de la ciudad de Sevilla, y, entre otros,
el Memorial de las religiosas estaciones que frecuenta la devoción
sevillana.
La última obra mencionada ha sido objeto de estudio y de
publicación en 1982 por parte del profesor Jorge Bernales Ballesteros,
quien pone de relieve su importancia como fuente para el conocimiento de
las cofradías y hermandades de la ciudad a finales del siglo XVI y primer
tercio del siglo XVII, período mejor descrito al coincidir con la vida del
autor, aunque éste lo que pretende es ofrecer la descripción de la
religiosidad sevillana, de las tradiciones y cultos de la ciudad desde los
tiempos de Fernando III, el Santo. La copia de don Ambrosio de la Cuesta
amplia los datos del abad y los ilustra con grabados de las imágenes a que
los textos hacen referencia. |